
Plan Binacional
Perú - Ecuador
Capítulo Perú




Trabajando juntos por la paz y el desarrollo Perú - Ecuador
LA REGIÓN FRONTERIZA
El área de la región fronteriza Perú-Ecuador abarca aproximadamente 420 656 km2 y alberga una población de 4,7 millones. El ámbito fronterizo peruano con el Ecuador comprende una vasta zona de una extensión de 288 063 km2, prácticamente una quinta parte del territorio nacional, a lo largo de más de 1 500 kilómetros de frontera; comprende 134 distritos que forman parte de 21 provincias en 5 departamentos y alberga a una población que alcanza los 3,2 millones de habitantes.
La región fronteriza está conformada por una diversidad de zonas que abarcan desde la costa desértica, la zona andina, agreste y montañosa, hasta la selva húmeda tropical amazónica. En ella se ubican 9 Áreas Naturales Protegidas en las que se hacen los mayores esfuerzos para conservar y proteger la alta riqueza de biodiversidad y los ecosistemas, en general, la mayoría, fuentes del recurso hídrico y de protección de las cuencas nacionales.
En la región fronteriza se concentra buena parte de las comunidades nativas que habitan en el país y casi la mitad de los grupos étnicos existentes en el Perú: se registra la presencia de más de 90 comunidades nativas, 9 familias lingüísticas y 25 grupos étnicos. Estas comunidades se encuentran poco articuladas a la economía de mercado, mantienen su propia identidad étnica y cultural. Viven principalmente de la caza, pesca y una agricultura muy rudimentaria, que complementan con la venta de artesanías y plantas medicinales.
En general, la región fronteriza peruana se caracteriza por su escasa articulación, integración y desarrollo, debidos, sobre todo, a su limitada infraestructura económica y social, la realización de actividades productivas desarticuladas del mercado y de bajo rendimiento, así como por el aislamiento de las zonas rurales, con escaso o nulo acceso a los servicios básicos. Así, los indicadores muestran que gran parte de la población carece de agua potable, de servicios de saneamiento y de electricidad, y sus tasas de desnutrición, mortalidad infantil y analfabetismo son superiores al promedio nacional. A estos problemas se suman los bajos niveles educativos, el deterioro de la identidad de las comunidades nativas y el medio ambiente, el desconocimiento de sus potencialidades, las serias limitaciones para aprovechar las pocas oportunidades de generación de ingresos y negocios y la escasa inversión privada.
Esta situación se agrava aún más con su aislamiento, pues las vías de comunicación con las que cuentan son escasas y, por lo general, en tan mal estado que su uso implica altos costos de transporte y tiempo de viaje, lo que limita significativamente sus posibilidades de desarrollo.

